Hace ya unas semanas visitamos las Bodegas Javier San Pedro, una experiencia laboral pero también especial. Recorrimos sus instalaciones como si fuéramos turistas visitantes, una experiencia necesaria para entender como viven y sienten sus vinos. «Piensa menos, Siente más» es el mantra que impregna toda la visita, un claim que puede parecer solo una frase pero que al pasear por sus pasillos y probar sus vinos se respira y se siente ese espíritu. En nuestra visita los comerciales pudieron degustar una representación de varios de sus vinos: Anaí, Viuda Negra Crianza, Cueva de Lobos Crianza, Viuda Negra Otra Historia y Viuda Negra Nunca Jamás.

Bodegas Javier San Pedro es una bodega innovadora y con un joven equipo que busca sorprender y diferenciarse. Con sus vinos pretenden contar una historia, que transmita la expresión y autenticidad de la tierra de una forma innovadora y singular.

Anaí, Cueva de Lobos y Viuda Negra, tres marcas que aúnan 18 vinos, cada uno con su propia historia. Vinos hecho a medida y cada uno con un espíritu único y propio. Cueva de Lobos, que se define con vinos divertidos, aromáticos y de corte moderno; la gama Viuda Negra pretende recuperar viejos viñedos de la zona obteniendo la máxima calidad de cada parcela, y Anahí, un blanco semidulce creado y elaborado en homenaje a la madre del propio Javier San Pedro.

Javier San Pedro es la quinta generación de bodegueros, que con 5 años comenzó su andadura limpiando la bodega de su abuelo en 2005 elaboró su primer vino, a la edad de 17 años, en la bodega de su padre.  En 2013, tras ocho años aportando su toque personal a los vinos de la bodega familiar, decide emprender su proyecto personal en su propia bodega, la cual, lleva su nombre.