Hoy es 1 de julio, debería de haber sido uno más como los anteriores 20 años. Pero no, no ha sido así.

Hoy no hemos empezado a trabajar a las 6:00 y no hemos terminado  a las 22:00. No hemos movido más de 6.000 bultos. No han existido nervios, prisas, agobios. El teléfono casi ni ha sonado. Hemos comido en casa, sobraba el tiempo…

El día ha pasado triste, lento, muy despacio. Los comerciales han llegado apagados. Su trabajo era de psicología, muchos locales cerrados y otros con pedidos mínimos y todos con la misma pregunta: «¿Y San Fermín?».

No hay respuesta, la pandemia nos lo ha robado este año.

En Canasa, San Fermín es trabajo, mucho trabajo. Pero también es alegría, es emoción, es satisfacción por ver cómo la preparación y el trabajo de muchas personas durante más de un mes para solo 8 días se cumple. Y hay recompensa. Nada mejor que ver cómo la gente disfruta, lo pasa bien, y nosotros recogemos los frutos.

Pero este año, esos días donde casi un 25 % del trabajo del año se materializa, no van a estar.

Hoy solo pensamos que pasen rápidos estos días, queremos ser responsables y que no haya ningún rebrote, que no existan contagios pero, sobre todo, queremos que no se olvide que es San Fermín, sin celebración, pero San Fermín.

Porque para nosotros San Fermín son nervios, sensaciones, familia, tradición, cultura. Algo que llevamos dentro desde niños, que nos enseñaron a querer y a esperarlos, y que ahora enseñamos a nuestros hijos a que los quieran y los esperen.

Es más que los encierros, los vermús, las comidas, los toros, las Peñas, y tantas otras cosas y momenticos. Es un sentimiento. Un sentimiento de orgullo, de pertenencia, de ser algo muy nuestro, algo que nos define como navarros, gente trabajadora y celosa de sus tradiciones, pero que se abre al mundo sin reservas, sin distinciones, en una fiesta en la que todos somos iguales.

Confiamos en que estas no-fiestas sepamos disfrutarlas con la responsabilidad que los navarros tenemos y seamos un ejemplo de comportamiento ante todo el mundo que, seguro nos va a observar.

Como decimos en Canasa, la escalera de este año simplemente tendrá más peldaños.

Luis y Javier Delgado
Propietarios de Canasa Logística